D.C. LaRue - 'Disco Lives' EP [Only Good Vibes Music]

DESPUÉS DE UNA VIDA en la pista de baile, te das cuenta de que escapar con un ritmo no fue lo único que encontraste allí. A veces, y sorprendentemente pronto, puedes encontrar autoconciencia, desafío, iluminación. Ahí radica una verdad esencial sobre la intemporalidad de la música, y en particular la música de D.C. LaRue. Después de dos años de escuela de arte estudiando diseño gráfico, LaRue se unió a la industria musical grabando dos discos pop que llegaron al top 40, influenciados por la era de los ídolos adolescentes. En su juventud, comenzó a escribir canciones sobre la subcultura de clubes y bares en rápido crecimiento que frecuentaba, donde los más marginados de la sociedad podían congregarse de manera segura tras ser rechazados en el trabajo, la iglesia, la escuela y, a menudo, la familia. En esta selección relativamente breve de clásicos de LaRue, los remixes contemporáneos sacan a relucir la intemporalidad de sus canciones, en tono, mensaje y musicalidad.

“Indiscreet” por sí sola, del álbum conceptual de LaRue de 1976, “The Tea Dance”, cuenta gran parte de la historia sobre cómo el disco ya había dado lugar a su sucesor más popular e influyente, el hip-hop, para cuando fue declarado muerto por los establecimientos superados de la radio, los medios y las discográficas. Lanzado en una edición altamente limitada, personalmente inscrita, de 12 pulgadas y 45 rpm para una lista selecta de los mejores DJs de disco, su complejo y elástico polirritmo lo hizo tan irresistible para los jóvenes DJs negros y los adolescentes breakdancers como cualquier otro gran éxito callejero del año, como “Jam on the Groove” de Ralph MacDonald. O para un coleccionista adolescente, cualquier cosa de la banda de R&B Rufus. Los remixes aquí, limpios y despejados, con su pulso firme y no frenético de cuatro por cuatro, ponen el foco en la superposición entre los músicos de estudio de primer nivel de los álbumes de LaRue y las alineaciones estelares de sesiones de estudio de las costas este y oeste de Gregg Diamond, Ashford y Simpson, Barry White, Stuff y otros creativos diversos del disco latino y la fusión soul-jazz.

Pero, ¡espera, hay más! “Let Them Dance”, recibida en su tiempo como uno de los momentos innovadores de la nueva tecnología musical, se reinterpreta principalmente con sus pistas acústicas en vivo, manteniendo también ganchos rítmicos brillantes de sintetizador con resultados que siguen siendo fieles a su letra intencionalmente oblicua, una representación novelística de los traficantes de drogas, la comunidad subterránea LGBTQ+ y la poderosa élite de clase alta que componía las multirraciales y socialmente integradas multitudes en las pistas de baile en el apogeo del disco. “Do You Want the Real Thing”, también “actualizada” en el estilo de las producciones exuberantes pero agudas de Motown y Filadelfia que inspiraron el arreglo originalmente, todavía resuena como un diálogo o negociación interna nocturna, otra de las firmas literarias de LaRue.

Adelante, mira un documental de Fleetwood Mac si quieres ver a ejecutivos de la industria y comentaristas decir: "¿Eh? ¿Cómo pasó eso?" discutiendo una obra intemporal y universal que confrontaba valientemente los sentimientos y vulnerabilidades internas de los compositores. Reproduce este disco y sentirás exactamente cómo el disco brindó refugio, sanación y comunidad a los más marginados, e inmediatamente acogió a absolutamente todos los demás, incluso a la clase dominante, demostrando así una vez más que en el arte, la cocina nacional, la moda y cada esfuerzo cultural y creativo, son los más marginados de cada nacionalidad y generación los que alimentan, visten, entretienen e inspiran a la sociedad más amplia que los rechazó en primer lugar.