Michael Mayer - The Floor is Lava (2LP) [Kompakt]

Los álbumes de Michael Mayer no salen con demasiada frecuencia, lo cual es una de las muchas razones por las que su cuarta colección, *The Floor Is Lava*, es un verdadero evento. Han pasado ocho años desde su último trabajo, el colaborativo *&*, lanzado por !K7; sus predecesores, *Mantasy* (2012) y *Touch* (2004), también tomaron su tiempo. No es realmente una sorpresa, considerando los muchos roles que Mayer desempeña: DJ que viaja por todo el mundo, remezclador venerado, colaborador inveterado y jefe de Kompakt e Imara. Por eso, sus producciones en solitario son relativamente escasas. Pero esto también habla de su calidad: el nombre de Mayer en la portada de un disco es una señal de calidad, de música que mira al futuro y al mismo tiempo evoca el pasado, que equilibra las exigencias de la pista de baile y la sala de estar, que es tan exploratoria como funcional.

En *The Floor Is Lava*, Mayer parece estar tomando el pulso tanto de la música que lo rodea (pasada y presente), como de las tendencias de la industria en la que trabaja. Empezando por el icónico título del álbum. "La mentalidad del álbum", dice, reflexionando sobre esas cuatro palabras juntas. Para Mayer, es en parte una crítica a la forma en que la industria encierra al productor y al oyente, enfocándolos en géneros, mercados, en lo próximo y nuevo: "Ser un espíritu libre que trasciende los géneros se ha convertido en una batalla cuesta arriba." Una batalla que vale la pena librar, y con *The Floor Is Lava*, el resultado es un álbum variado, quijotesco, idiosincrático, encantador y profundamente, adictivamente escuchable.

A lo largo del álbum, Mayer encuentra emoción en la exploración y la yuxtaposición, permitiendo que surjan cosas inesperadas y dándoles vida, su plataforma, lanzando giros emocionantes al oyente: "Es un álbum de DJ de un DJ que se aburre fácilmente." Ya sea por aburrirse fácilmente o por ser infinitamente curioso, *The Floor Is Lava* está lleno de ideas. Comienza con *The Problem*, que mira al pasado para avanzar, abrazando la forma en que las primeras producciones de house lanzaban muestras juntas con un abandono alegre. Mayer menciona a Pal Joey y la escena alrededor de Rockers Hi-Fi y su sello *Different Drummer* como puntos de referencia, y puedes escuchar ese espíritu desenfadado a lo largo de todo el álbum.

Le sigue *Vagus*, un número minimalista y sensual de house que Mayer describe como su "catnip musical". El flujo de estas dos primeras pistas define la dinámica de *The Floor Is Lava*, estableciendo el impulso dialéctico en su núcleo: tesis y antítesis llevan a la síntesis, pero con una bienvenida aspereza que hace que siempre estés emocionado, siempre comprometido. También es productivo en la forma en que deriva energía de frotar géneros y sonidos entre sí, de formas inesperadas, para generar el máximo frisson musical. Hay techno psicodélico en *Feuerstuhl*, más techno minimalista en *Ardor* (Mayer menciona la era *Immer 1* del minimal de los 90 como inspiración), un breakbeat deslizante tipo Shepard-tone en *Sycophant*, un giro vocal hermoso y exuberante en el poppy *The Solution*.

El álbum cierra con la melancólica *Süßer Schlaf*, donde Mayer pone un poema de Goethe sobre una de sus piezas más inquietantes y conmovedoras de música, en un tributo abstracto a un amigo perdido. Es uno de los momentos más conmovedores de *The Floor Is Lava*. También hay una actualización del salvaje EP *Brainwave Technology* de 2020, con el surrealista y brillante *Brainwave 2.0* (¡mira esos aplausos!), donde Mayer reflexiona sobre el precipicio sociopolítico del ahora: "Estoy leyendo con gran interés sobre todo este complejo de cómo la humanidad está a punto de cruzar tantas líneas y las implicaciones que la desigualdad financiera y educativa resultante traerá."

Eso es *The Floor Is Lava*: lo de antes y lo de ahora, ondas cerebrales y estructuras nerviosas, problemas y soluciones, géneros en llamas; lo real, lo irreal y lo surreal. Un álbum para los que se aburren fácilmente y los infinitamente curiosos. Mayer tiene la última palabra, contándonos todo lo que necesitamos saber sobre el espíritu del álbum: "Ardiendo por la causa, siendo celoso, siendo adicto al calor de la noche, a los exuberantes poderes de la música."